México entre los 15 países generadores de spam a nivel mundial
Estados Unidos sigue siendo el número uno, pero México aumenta lentamente en el porcentaje de víctimas cada año.
Las listas de Kaspersky Lab que evidencian a los países que más generan spam a nivel mundial han sido actualizadas y Estados Unidos (15.2%) se sigue manteniendo como número uno a nivel mundial mientras que Rusia (6.15%) y Vietnam (6.13%) se colocan en el top 3 despojando a China (6.12%) que en años anteriores ocupaba esta posición.
En Latinoamérica el porcentaje es más bajo pero aún así Argentina (2.90%), Brasil (2.85%) y México (1.93%) lograron posicionarse en las primeras 15 posiciones llegando a noveno, décimo y décimo quinto lugar respectivamente.
Respecto a la otra cara de la moneda, Alemania ocupa el primer lugar como víctima de spam con un índice de 19.06%, lo cual representa un aumento de 9.84% respecto a los últimos doce meses. Sorpresivamente Brasil (7.64%), que en 2014 ocupaba el sexto lugar, subió a segundo con un aumento de 4.09% y Rusia pasó de octava a tercera posición pasando de 3.06% a 6.03% respecto a 2015.
Otros hallazgos
El estudio del laboratorio también asegura que el volumen de correos electrónicos no deseados ha ido en descenso pues en 2015 se redujo hasta el 55.28% del total del tráfico de correo electrónico. Esta cifra no es de sorprenderse si tomamos en cuenta que las redes sociales representan hoy por hoy una opción más rentable de publicidad online, por lo cual entendemos que no es que el spam esté desapareciendo sino que la exposición ahora se presenta por canales diferentes.
Más de tres cuartas partes (79%) de todos los correos enviados eran de menos de 2 kb, lo cual refleja una disminución constante en el tamaño del e-mail para campañas de spam.
Las instituciones financieras generalmente representadas por bancos, plataformas de pagos en línea y tiendas fueron atacadas con mayor frecuencia con correos electrónicos de phishing con un total de 34.33%, lo cual representa un notable aumento del 5.59%.
Durante 2015 los ciberdelincuentes encontraron una forma muy efectiva de engañar a la gente para infectarlos con malware a través de notificaciones de aplicaciones en smartphones; la intención era instalar propaganda malware en forma de .apk y .jar en contra de la voluntad de los usuarios.