¿Cómo el asistente personal Siri le salvó la vida a un joven?

Parece un tanto difícil de creer, pero es cierto. A veces solemos subestimar el uso de ciertas tecnologías ya sea cuando son para nuestro provecho o en nuestra contra, sino pensemos en las veces que nuestras informaciones se filtran sin siquiera tener nuestro consentimiento.

Sin embargo, a veces esas tecnologías pueden ayudarnos más de lo que pensamos, incluso llegan a salvar nuestra propia vida. Hemos visto casos de personas rescatadas de secuestros o evitado finales trágicos gracias a dispositivos como el celular. Esta vez el asistente personal Siri de iPhone le salvó la vida a un joven en Estados Unidos que quedó atrapado por causa de un vehículo.

Se llama Sam Ray, y aunque tuvo varias costillas rotas, algunas fisuras en su riñón y una quemadura en su brazo izquierdo, salvó lo más importante: su vida. Según relata el joven, éste se encontraba solo arreglando un carro cuando de pronto la pesada máquina cayó sobre él. Fue en medio de su desesperación que recordó que su celular se encontraba en su bolsillo trasero.

Fue con el peso de su propio cuerpo que logró activar el asistente de voz Siri y dictarle su pedido de ayuda. Felizmente el operador de emergencia entendió el mensaje como correcto y auxilió al joven.

“Por algunos momentos tuve la certeza de que no iba a salir de allí con vida”, comentó Ray a un periódico local, al mismo tiempo de admitir que estaba a punto de cambiar su teléfono por otro.

Los rescatistas llegaron a pocos minutos y lograron sacar al herido y trasladarlo a un hospital cercano.

El accidente sucedió el pasado mes de julio en la localidad de Waterhill, estado de Tennessee. “Sigo con iPhone hasta el final de mis días. Le debo eso”, concluyó Ray.

Sin lugar a dudas un interesante ejemplo de cómo nuestro celular puede servir para más cosas que hablar por WhatsApp, revisar nuestro Facebook o conocer personas por algún aplicativo de citas. Todo está en revisar exactamente lo que tenemos en manos y cómo puede ayudarnos o afectarnos en nuestro quehacer diario.