avion big data

Big Data y su desafío en el mundo de la aviación

¿Cómo puede ayudar el Big Data a mantener la seguridad en los vuelos comerciales? En este post hablamos como esa herramienta revolucionará el sector aeronáutico.

Un hecho que marcó la historia de la aeronáutica civil. El vuelo MH370 de la compañía Malaysia Airlines desapareció de los cielos y de los radares casi como por arte de magia. Nadie sabe nada sobre su paradero, mucho menos donde se encuentran las cajas negras, cruciales para entender las causas de la mayoría de los accidentes aéreos.

Frente a ello aparece el Big Data, la gestión y análisis de enormes volúmenes de datos, que podría convertirse en un instrumento para ayudar no solo a la seguridad de los aviones, sino también para atenuar las carencias de herramientas como, por ejemplo, justamente, las cajas negras. ¿Los datos de un avión en curso podrán ser transmitidos en tiempo real y disminuir la importancia de las cajas negras en caso de posibles accidentes? Si duda alguna, un desafío que inquieta.

“Con los adelantos de las TIC actuales deberíamos estar en la capacidad de extraer y analizar los datos de los aviones accidentados sin necesidad de encontrar las cajas negras. Creo que un hecho tan simple pudo marcar una gran diferencia”, comentó el ministro de Comunicaciones y Multimedios de Malasia, Shabery Cheek, luego de la tragedia aérea.

Fue durante una conferencia de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), que la autoridad instó a ese organismo y al sector privado a trabajar para que los datos de las aeronaves, incluidos los de las cajas negras, puedan trasmitir en flujo continuo y almacenarse en centros de datos en tierra.

Big Data a bordo

A modo general, nada garantiza una completa seguridad en los aviones, pero se están dando avances que contribuyen a disminuir malos acontecimientos. A grandes rasgos, el Big Data puede actuar dentro de dos situaciones específicas.

La primera tiene que ver con la carencia existente en las cajas negras, tal y como hemos señalado líneas arriba, aprovechando los más modernos servicios en la nube e incrementando la seguridad en el vuelo. “Si bien las tecnologías de la comunicación han evolucionado de manera espectacular en los últimos cinco años, las  cajas negras son idénticas a las de hace 30 años”, recordó el ministro malasio.

El segundo sector de actuación está en el vuelo mismo. El Big Data identifica, analiza y procesa los datos de las máquinas a fin de monitorear toda la ruta. Por ejemplo, si se produce problemas con uno de los motores del avión o con el tren de aterrizaje, se sabrá antes que descienda qué piezas necesita y actuar rápidamente para evitar accidentes.

Volar a ciegas

control trafico aereo bg data

Uno de los problemas que perdura hasta la actualidad tiene que ver con el sistema estático Pitot. En 1996, el Boing 757 de AeroPeru, que realizaba el trayecto Lima-Santiago, cayó en el océano Pacífico debido a una negligencia de los operarios de limpieza. Ellos cubrieron con cinta aislante el tubo Pitot, ubicado en la parte delantera externa del avión, olvidándose de retirarla luego de las labores de manutención.

Ese sistema es el encargado de informar a los pilotos el índice de velocidad de la aeronave en relación al aire, altitud y variaciones. Cuando se obstruye ese lector, los datos emitidos a la computadora del avión son errados, hecho que causó el impacto a pesar que la torre de tráfico aéreo en Lima intentó ayudarles con las pocas informaciones obtenidas por los radares. A pesar de ello, las sondas Pitot siguen teniendo implicancia en muchas de las tragedias hoy en día.

Los peligros que acechan a un avión en pleno vuelo son diversos, pero una tecnología avanzada con soporte en el Big Data que envíe los datos exactos de la aeronave a tierra sin depender de las tradicionales herramientas aeronáuticas podría evitar muchos accidentes. “Es poco probable que el Big Data sustituya a las cajas negras, pero será un nuevo nivel de protección para los vuelos, porque siempre es necesario una alternativa en caso las transmisiones no estén funcionando correctamente”, comenta Rodrigo Souza, Data Manager de PSafe Tecnología.

Manejando la información

Con este adelanto también habría que considerar las grandes cantidades de datos que cada vuelo generaría, lo que a su vez implicaría tener la capacidad suficiente para monitorear cada uno de ellos, a todas horas y en diferentes partes del mundo. “Un avión puede llegar a generar 500 GB de datos en un único vuelo, y eso aumentará cada vez más. Tener la capacidad de analizar todos esos datos permite que se optimice la manutención”, explica Souza.

Sin embargo, indica, que el mayor desafío es la correcta implementación de esa herramienta sin ningún error. “Hasta el momento todo es hecho off-line, los datos son bajados cuando el avión aterriza. Lo ideal sería la transmisión en tiempo real”, opina.

Sin duda alguna existen muchas expectativas en relación a los aportes que el Big Data y el Internet de las Cosas podrán ofrecer al problema que plantea el rastreo de aeronaves comerciales. Por lo pronto, en el caso del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, los satélites y radares están analizando y cruzándose con grandes bases de datos para encontrar ese avión que desapareció hace ya más de un año.

https://www.youtube.com/watch?v=yN-owoVqCJQ