Apagón analógico se debate entre la austeridad y la basura electrónica

México está en una carrera contra el tiempo para migrar hacia la televisión digital terrestre y apagar la señal análoga que, por mandato constitucional, deberá ocurrir a finales del 2015.

Datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), revelan que existen 31 millones de hogares en México, de los cuales 15.3 millones, o el 49.2% depende de la televisión abierta análoga. Del total de hogares en el país, sólo 8.9% o 2.8 millones ya cuenta con televisión digital terrestre mientras 1.6 millones o 5.1%, no cuenta con acceso a televisión.

El gobierno mexicano arrancó desde el año pasado un programa de entrega de televisores digitales a las zonas marginadas del país para minimizar las restricciones de acceso a la señal de televisión debido a esta transición tecnológica. Pero este programa que depende de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), enfrenta el reto de sobrevivir al recorte del gasto público federal así como una real eficacia en evitar una brecha tecnológica.

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A inicios del 2015, la SCT redujo su programa de entrega de televisores a 10 millones de aparatos desde los 13 millones que tenía programado originalmente. Además la dependencia requiere entre 10,000 y 12,000 millones de pesos adicionales para la compra de 4.4 millones de televisores y poder cumplir con la meta.

En julio, el gobierno reportó que ya había entregado alrededor de 3.5 millones de televisores por lo que deberá acelerar la entrega de equipos a más de un millón de unidades al mes para cumplir con los objetivos.

La eficacia de este programa de entrega de televisores subsidiados por el gobierno, para minimizar el impacto de la transición a la televisión digital terrestre en las zonas marginadas —que son las que en su mayoría dependen de la señal análoga para acceder a este servicio— también ha sido puesta en duda.

Por ejemplo, el diario El Norte, en la ciudad de Monterrey, evidenció que los beneficiarios de este programa recogían los equipos en automóviles de lujo lo que puso en duda el alcance real en las zonas marginadas; mientras que el periódico El Universal, en la Ciudad de México, informó que los beneficiarios se llevaban incluso más de dos televisores durante las entregas.

Otro de los grandes problemas del llamado apagón analógico  es el manejo de los desechos electrónicos pues se prevé que alrededor de  40 millones de televisores con señal analógica se dejarán de utilizar en este proceso.

Basura electrónica

De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), alrededor de 358,000 toneladas de residuos electrónicos y eléctricos se generaron en 2014 en México. De esta «basura», sólo el 10% se recicló; 40% permanece almacenado en casas habitación, oficinas o bodegas y cerca de 50% termina en rellenos sanitarios o tiraderos no controlados. Aunque existen cálculos que la basura electrónica en el país alcanza las 500,000 toneladas.

La SCT y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) arrancaron el primero de julio del 2015 un programa piloto para el acopio y reciclaje de los televisores análogos, pero este programa debió comenzar en junio de 2014, de acuerdo con la calendarización oficial del programa de transición a la televisión digital.

Pero aún con este programa, en México no existe una política pública ni legislación que regule el manejo de los desechos electrónicos y tampoco existe una infraestructura adecuada para el manejo de los residuos electrónicos, según advierte la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo que representa un riesgo tanto para el medio ambiente como la salud pública.

Conoce aquí el calendario de entrega de televisores, que maneja la SCT.