Android vs iOS, una pelea tan encarnizada que no se veía desde los tiempos bíblicos, desde Persia vs Grecia, desde Roma vs Aníbal y el ejército de Cartago, desde Édison vs Tesla, el bien vs el mal y América vs Chivas.
A pesar de que cualquiera diría que el ganador es Android por la sencilla razón de que domina más del 80% del mercado de los Smartphones, la realidad es que el volumen de ventas (en este caso) no representa una verdadera ventaja en una comparativa frente a frente.
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Por este motivo, nos hemos tomado el tiempo de comparar ambos sistemas, uno frente a otro, sin intermediarios, sin barreras, sin anda que los detenga de destruirse uno al otro y sin nada que evite que usen sus mejores armas y técnicas de combate. Así pues, les damos la bienvenida a la pelea del siglo, la pelea de los dioses.
En esta batalla de Android vs iOS, hemos determinado algunos parámetros de comparación, especialmente las cosas que más impactan al usuario en cuanto a su experiencia en el sistema, uso, ventajas y atributos especiales. Recordemos que los teléfonos (hardware) no tienen gran relevancia, pues iOS sólo se encuentra en los iPhones que son equipos de gama alta, mientras que Android se encuentra hasta en los teléfonos más baratos de las marcas menos prestigiosas (de ahí su alto volumen de ventas).
Comencemos pues…
iOS decidió (de manera apropiada) mantener una pantalla de bloqueo multifuncional, teniendo del lado derecho el acceso rápido a la cámara, del lado izquierdo el centro de notificaciones, y en la parte baja un panel de acciones y configuraciones muy útil, especialmente en un teléfono de gran tamaño, pues anatómicamente es más fácil de ser activado con una sola mano. Por el lado de Android, la pantalla de bloqueo es similar pero el panel de configuraciones rápida está arriba, cosa que es inversamente proporcional al acierto de iOS: muy incómodo para teléfonos grandes y casi siempre tendrás que utilizar la segunda mano.
Por un lado, iOS nos entrega pantallas elegantes, serias y minimalistas, con trazos bien definidos y diseños muy intuitivos; por su parte, Android apuesta por el color y el impacto, con pantallas llenas de elementos, aunque muy limpias en su contexto. La diferencia principal, además del minimalismo contra el atractivo visual, radica en el poder de personalización de los escritorios, pues mientras iOS apuesta por opciones muy neutrales, Android te da la posibilidad de personalizar absolutamente todo lo que tienes en pantalla.
Las notificaciones se ven desde la pantalla de bloqueo en ambos sistemas, y en ambos puedes interactuar directamente con las notificaciones y aplicaciones sin tener que desbloquear el teléfono. El acierto de Android es que las notificaciones se agrupan por aplicación, mientras que iOS pone notificaciones independientes en orden cronológico mezclando las apps. Por otra parte, iOS te permite configurar tus notificaciones por aplicación mientras que en Android casi siempre es “todo o nada”.
Sin entrar en detalles de pantalla de retina o pantallas más…. digamos… “rústicas”, las animaciones que presenta iOS son simplemente discretas y hermosas, mientras que Android las hace un tanto más vistosas. Literalmente ambas funcionan muy bien, y queda reducido a cuestión de gustos.
La batalla continúa, pues aún falta revisar aplicaciones, rendimiento, experiencia de usuario y más cosas; por eso, y al puro estilo de Dragon Ball Z, esta batalla continuará…
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