Nuestros teléfonos celulares se han convertido en más que un dispositivo electrónico, sino en una extensión de nosotros mismos; es por eso que la seguridad móvil ha cobrado una enorme relevancia en los últimos tiempos.
Piénsalo detenidamente, si alguien quisiera saber absolutamente todo de ti, desde tus gustos, dónde vives, dónde trabajas, quiénes son tus seres queridos, tu rutina diaria y hasta tus cuentas y movimientos bancarios, lo único que tiene que hacer es tener tu celular. En estos dispositivos almacenamos literalmente la información de nuestras vidas, y es precisamente esta información sensible lo que nos hace vulnerables ante ataques de suplantación de identidad, extorsión y hasta secuestro.
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Evita que alguien acceda a tu dispositivo sin tu permiso
Suena muy bobo, pero es una realidad. En nuestro teléfono tenemos conversaciones o fotografías muy privadas, así como mucha información sobre nosotros mismos. Para evitar este tipo de situaciones, para empezar, debemos implementar un código de acceso al dispositivo, ya sea por patrón o numérico. Así, nadie tendrá acceso a la información salvo el verdadero dueño del teléfono. De cualquier modo, es recomendable nunca dejar el teléfono desatendido, pues es muy común dejarlo sobre la mesa en el restaurante o en el escritorio de la oficina.
Controla lo que compartes
Lo primero que nos salta a la menta es lo que compartimos en las redes sociales; lo mejor es tener nuestras cuentas con la seguridad alta para que nadie más que nuestros contactos puedan tener acceso a la información compartida, por ejemplo, en Facebook, pero aunado a eso también podemos tener mucho cuidado en si deseamos compartir nuestra ubicación en una fotografía o estado, pues esto puede ser un “camino de migajas” para conocer nuestra rutina de desplazamiento diario.
A demás de lo anterior, los teléfonos también comparten otro tipo de información, por ejemplo, los datos de uso que las memorias del teléfono almacenan y luego envían a los fabricantes; esta característica de servicio es implementado para mejorar la experiencia del usuario, y los desarrolladores nos piden permiso antes de comenzar a utilizar el equipo o ciertas aplicaciones, pero nosotros como usuarios que ya queremos utilizar el teléfono terminamos diciendo que sí a todo, es como aceptar los términos y condiciones sin leer.
También, las terminales de comunicación del teléfono son sensibles al hackeo, como por ejemplo la conección a una wifi o el bluetooth. Para evitar problemas lo mejor es tener encendidas sólo las conecciones que necesitamos, es decir, si no estamos usando el Bluetooth lo mejor es apagarlo, pues además de ahorrar batería, nos estamos protegiendo de otros dispositivos que traten de contactar con el nuestro.
Cuidado con las aplicaciones que instalas
Es bien sabido que existen muchas aplicaciones que están al acecho de tu información, pero estas apps maliciosas, obviamente, no están en la play store, sino que buscan que las descargues de otras páginas web sin licencia. Si quieres saber más al respecto, puedes encontrar más información dando click aquí.
Actualizaciones del sistema
Procura siempre tener actualizado tu sistema operativo con la última versión disponible, esto porque en estas versiones vienen los parches necesarios para arreglar alguna vulnerabilidad del sistema que fue encontrada recientemente. Si cuentas con la versión más reciente de su sistema estarás más protegido contra amenazas.
Respalda tu información
En la nube, en tu computadora, en donde quieras, pero mantén un respaldo lo más actualizado posible de tu información, esto te ayudará en caso de que tu teléfono se descomponga, se pierda o sea robado. Así no perderás nada de tu información y la mantendrás segura. Existen muchas aplicaciones que te pueden ayudar a tener un buen respaldo actualizado en prácticamente tiempo real; si quieres conocerlas, da click aquí.
Protégete contra el robo o el extravío de tu celular
Admitámoslo, pero este es el peor escenario al que te puedas enfrentar: el robo o extravío de tu celular. Una regla básica de seguridad móvil es que tu teléfono esté, para empezar, con un código de bloqueo, pero además debe de contar con un servicio de rastreo del dispositivo, así como un sistema de destrucción de memoria. De esta forma, serás capaz de encontrar tu celular con posicionamiento GPS, y si es imposible recuperarlo, puedes destruir toda su información con tan solo un click. Recuerda que en muchas ocasiones el verdadero valor de un dispositivo no es el aparato, sino la información que lleva por dentro.
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